La hiperhidrosis o aumento de la sudoración el palmas y axilas representa una condición dermatológica sumamente desagradable para quienes la padecen, afectando la autoestima y las relaciones sicosociales propias de la vida diaria. Muchos pacientes se sienten muy afectados en el momento de socializar, ser presentados con otras personas, asistir a conferencias y entrevistas, realizar deportes y en momentos de intimidad.
La toxina botulínica es una excelente alternativa para el tratamiento de la sudoración palmar y axilar. Inyectada en estas áreas, produce una disminución de la liberación de una sustancia llamada acetilcolina que interviene en el desencadenamiento del proceso de sudoración, bloqueando así de manera selectiva el funcionamiento de estas glándulas sudoríparas en los sitios de punción.
El procedimiento se realiza de manera ambulatoria con anestesia tópica y los efectos aparecen hacia los 7 días. Los resultados mejoran mucho la calidad de vida de los pacientes.