La Radiofrecuencia RF es un tipo de energía de ondas eléctricas y magnéticas que al penetrar las diferentes capas de la piel se transforma en energía térmica, de manera que el calor que llega a la dermis induce una respuesta inflamatoria de cicatrización controlada sin dañar las capas superficiales de la piel.
La Radiofrecuencia fraccionada lleva a la piel la energía de manera fraccional, no homogénea, a través de una pieza desechable que produce en el tejido zonas demarcadas de ablación y coagulación con mínimos efectos secundarios como inflamación transitoria de leve a moderada, eritema y formación de algunas costras que pueden durar un promedio de cinco días.
El efecto inmediato de esta energía térmica sobre la piel es la degeneración del colágeno y activación de los fibroblastos que posteriormente producirán un nuevo colágeno con retracción del tejido y mejoría de la laxitud, con lo cual se mejora notoriamente las cicatrices de acné.