El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) es un material biológico que se obtiene de la sangre del paciente mediante una punción venosa, la cual es procesada posteriormente por un laboratorio especializado en biología molecular. De esta manera se asegura la obtención real de los factores de crecimiento que promueven la regeneración de la piel y su tejido de sostén.
La aplicación de PRP produce un efecto de luminosidad y revitalización de la piel, mejorando su grosor, suavidad, textura y disminuyendo imperfecciones y cicatrices superficiales.
El tratamiento se realiza en tres sesiones con intervalos de un mes entre ellas y puede repetirse una o dos veces al año, ya sea solo o complementando otros procedimientos de medicina antienvejecimiento.