El envejecimiento produce una disminución natural de la función hormonal, y junto con el vienen síntomas como el cansancio físico y mental, la falta de líbido o disminución de interés por la sexualidad y una menor sensación de bienestar en todas las dinámicas de la existencia.
El chip de la juventud es un procedimiento muy sencillo mediante el cual se introduce en una pequeña área del cuerpo del paciente un “pellet” de testosterona (T) bio-ídéntica proveniente de una fuente botánica, de manera que es liberada en el organismo de manera lenta y controlada en su forma molecular natural, motivo por el cual no altera la fisiología normal como sí lo harían las hormonas sintéticas.
Es un procedimiento que se realiza en pocos minutos y ofrece grandes beneficios en hombres y mujeres. La aplicación se hace de manera ambulatoria con anestesia local, en alguna área de adiposidad localizada, usualmente en el área de la cadera ó el abdomen. Se le llama chip de la juventud pues en un gran número de pacientes tratados mejora la energía física y mental, el deseo y rendimiento sexual, el estado físico se hace más saludable, con mayor vitalidad, energía, sensación de bienestar y mejoría del sueño. Muchas mujeres presentan además mejoría de los sofocos de la pre y menopausia, aumento de la densidad ósea y mejoría del síndrome premenstrual. Muchos pacientes manifiestan además disminución de la flacidez a nivel generalizado y mayor tonicidad muscular, de manera que una dieta saludable y algo de ejercicio evidenciarán en el cuerpo cambios muy positivos con disminución del porcentaje de grasa y una atractiva y muy sutil definición de los músculos.
Este tratamiento proporciona un equilibrio hormonal que puede sentirse tras dos semanas de su aplicación. Los resultados duran de 4 a 6 semanas en las mujeres y de 6 a 8 meses en los hombres.
Previamente a su aplicación debe realizarse una historia clínica completa del paciente con sus antecedentes y laboratorios que muestren los de niveles de ciertas hormonas, pues existe contraindicación para el uso en individuos con algunos antecedentes, lo cual será determinado en el momento de la consulta. En ocasiones será necesaria previa valoración del paciente por otras especialidades de la medicina como endocrinología, ginecología o urología.